(+34) 658 853 716 info@navanto.es

Nuestra Historia

La historia de la finca familiar El Navanto se remonta a principios de siglo XX, cuando una primera generación la compra con fines de crianza del cerdo ibérico puro y ganado bovino de carne. Muchos son los años dedicados a esta actividad realizada con profunda dedicación a los animales, en un entorno privilegiado, obteniendo maravillosas materias que abastecían no sólo a la familia, si no a toda la zona. Desde el año 2.006 la explotación ganadera cuenta con la calificación ecológica.

En 2.011 y viendo pasar tres generaciones, surge la idea de la plantación de arándanos, impulsada por la problemática creada en torno a la dehesa con la seca de la encima. Esto suponía una interesante alternativa para contrarrestar la mala situación de la ganadería. El despoblamiento significativo que ha sufrido la finca ha hecho que se haya impuesto el cultivo como actividad principal, dándole así una segunda vida a la tierra fértil, permitiendo una producción ecológica de máxima calidad, respetuosa con el medio ambiente y libre de químicos perjudiciales para la salud. El cultivo del arándano supuso una gran novedad en el municipio, donde hasta el momento sólo los cítricos habían poblado aquellas tierras.

Tras meditar y estudiar el terreno, las condiciones metereológicas, el entorno y el producto por un equipo de profesionales, se tomó la decisión de iniciar la actividad y se encargó el material vegetal a viveros autorizados para su implantación y el 6 de noviembre de 2013 se plantó la primera planta con dos años de edad. Siendo en 2.016 cuando se recogió la primera cosecha, tremendamente exitosa. Con este hito nacía el alma de el Navanto.

Actualmente la recolección se distribuye desde primeros de Abril hasta mitad del mes de Julio.

La finca se encuentra en el término municipal de Zalamea La Real cerca del Río Odiel, rodeada por dos de sus afluentes, la Rivera de el Villar y el Barranco de Don Alonso. Entorno privilegiado y alejado de la contaminación, donde la pureza del aire combinada con la idoneidad de la tierra da como resultado un maravilloso producto con innumerables propiedades para la salud, a la par que exquisito para la gastronomía y el paladar.